Nivel Fonético-fonológico

El nivel fonético-fonológico es el primero de los cuatro en que se divide el estudio gramatical de la LESCO.

Se presentan aquí las unidades que conforman el nivel más elemental de la LESCO, que son las partes sin significado en que se pueden analizar las señas. En la sección transcripción segmental, una de las que componen el marco del estudio se explica el sistema de notación que permite representar la estructura interna de las señas para los análisis lingüísticos que se hacen en la gramática de la LESCO.

El reconocimiento de las unidades del nivel más elemental de la LESCO, así como la explicación de las reglas que siguen para combinarse, constituyen el argumento más usado por la lingüística para reconocer en las lenguas visuo-gestuales de las personas sordas una manifestación alterna del lenguaje, es decir, su carácter de lenguas naturales. A partir de esta consideración se presentarán inventarios de unidades relativas a cinco diferentes aspectos de la articulación de las señas individuales:

  1. El primero de tales inventarios corresponde a las formas de la mano, las posturas que adoptan la mano o manos que articulan las señas;
  2. El segundo refiere a la orientación espacial que las manos articuladoras adoptan;
  3. El tercero  a la ubicación, que informa sobre los lugares del cuerpo o del espacio que las manos articuladoras ocupan en su actividad;
  4. El cuarto  a los tipos posibles de movimientos de las manos que se observan en la LESCO;
  5. Y el quinto y último componente refiere a los rasgos no manuales (lo que hacen la cara, la cabeza y el cuerpo cuando las manos ejecutan una seña).
Cada uno de esos cinco componentes es abordado en secciones que se encuentran ordenadas en el menú ubicado en el banner derecho. Como se mencionó arriba, en la  transcripción segmental se introducen algunas generalidades acerca del sistema empleado en el nivel fonético-fonológico para representar la forma interna de las señas de la LESCO. Ese sistema, cuya lectura implica cierto entrenamiento, va a facilitar las explicaciones acerca de procesos de cambio sufridos por las señas.
 
 
También se incluyen en el menú algunos temas relacionados con el modo en que esos componentes se combinan. Se trata de las secciones tipos estructurales y procesos fonológicos.
 

¿Fonético-fonológico?

Una de las críticas más frecuentes que se hace al estudio lingüístico de las lenguas de señas es el uso de palabras especializadas que se han tomado de la lingüística tradicional, cuya base no son los sistemas visuo-espaciales de los sordos; sino las lenguas habladas y escritas. Términos como "palabra, lengua, fono, fonema, oralidad, entre otros", refieren todas en su origen una relación con el habla. Cuando los primeros lingüistas de las lenguas de señas iniciaron su trabajo, esto representó un problema importante. Así, por ejemplo, las unidades básicas del nivel más elemental de las lenguas habladas son los Fonemas. En la raíz de fonema está la palabra griega fonos, que significa sonido y  de allí derivan las palabras que designan el estudio de ese nivel, "fonética" y "fonología".

William C. Stokoe, el primer lingüista moderno que se dedicó a describir las lenguas de señas, propuso cambiar  términos como esos por otros que aludieran al carácter gestual de las señas. Basado en el griego,  tomó la palabra que esa lengua usa para "mano", cheros, y acuñó el término cherema, para sustituir "fonema", y cherology, para designar el estudio en las lenguas señadas del nivel equivalente al fonológico en las lenguas habladas. (Stokoe 1978

Sin embargo, la propuesta de Stokoe tuvo una corta vida. Ya en la década siguiente, la de 1970, la mayoría de lingüistas optó por términos tradicionales de la lingüística teórica. De allí que se hable hoy de fonética y fonología de las lenguas de señas. Aquí se seguirá también aquí ese uso  que ha sido aceptado en el ambiente científico.

No hay que ver un error en eso, a pesar de las diferencias evidentes que impone el uso del canal visual para transmitirse y del cuerpo para articularse, existen numerosas coincidencias entre la estructura de una lengua hablada y una señada. Ambas son modalidades a través de las cuales se manifiesta la capacidad humana del lenguaje. Como se verá a lo largo de esta sección, en ambas se encuentra un nivel de unidades sin significado que pueden ser cambiadas por otras para formar nuevas palabras.