La negación es una estrategia según la cual se cuestiona el valor de verdad de una unidad lingüística, ya sea esta una oración completa, una proposición o una parte de esta.
La LESCO tiene dos estrategias principales para codificar la negación.
La primera de ellas es el uso de ciertos rasgos no manuales (RnM) típicos de la negación. Las señas que van acompañadas por estos RnM son comprendidas como negadas.
Una segunda estrategia es la de incorporar en la proposición una seña con valor de negación, tal como NO, NUNCA, JAMÁS, entre otras. que marca modalmente, como negación una unidad lingüística.
Estas dos estrategias aparecen, usualmente, combinadas, aunque puede también encontrárselas de modo independiente. Usualmente, tanto las señas negativas como las señas negadas van acompañadas de RnM correspondientes. Es poco frecuente observar una seña negativa que no lo esté.En cuanto al orden de aparición, lo común es que las señas negativas precedan a las señas que codifican los eventos o las entidades negadas, aunque se observan numerosas excepciones.
Inventario de señas negativas
La LESCO tiene un inventario de señas que están marcadas para la negación y cuya presencia, en una unidad sintáctica, supone la negación de algún elemento. Entre estas señas se han registrado las siguientes:
Adverbios y pronombres negativos: NO, NO-3, NUNCA, JAMÁS, TODAVÍA-NO, NADA
Señas predicativas negativas: SER-IMPOSIBLE, NO-ENTENDER-NADA, NO IMPORTAR, NO-PODER, NO-SABER-QUE-HACER y NO-HABER-CAMPO, NO SERVIR.
Todas estas señas, con excepción de NO-2, pueden aparecer como parte de otras unidades sintácticas mayores o solas. La seña NO-2, aparece exclusivamente, con función proposicional. En el Ejemplo 1 puede apreciarse el uso de la seña NO como parte del predicado de dos proposiciones. En el Ejemplo 2 se observa la seña NO-2, que ocurre con valor oracional, su uso ordinario:
Ejemplo 1 (Secuencia 97b3, CLESCO-044, 02:39-02:41):
Ejemplo 2 (Secuencia 52f,CLESCO 006, 04:08-04:11):
RnM que expresan la negación
En el Corpus LESCO se observan dos combinaciones diferentes de RnM con valor de negación.
NEGACION SIMPLE: consiste en un ladeado oscilante de cabeza (Cabeza Ladeada Izquierda↔ CabezaLadeada Derecha ).
Este RnM ocurre con mucha frecuencia como única marca de negación, acompañando a las señas negadas en toda su duración. Un ejemplo de ello lo ofrece la Secuencia 95c2 (CLESCO-026, 01:12-01:15), donde esos RnM se marcan como una línea horizontal sobre la que se escribe la palabra negación . En la secuencia hay tres proposiciones, todas las cuales son negadas exclusivamente con RnM (INDICE- no (le hagan caso) a ella; TRAZADOR-Q→5º (no era algo de lo que salían luces); IGUAL (no era igual)). Los sujetos de todas las proposiciones son implícitos, y son negados con los predicados:
Los RnM de negación aparecen también con frecuencia acompañando señas negativas, como muestra la transcripción de la Secuencia 282b, (CLESCO 057, 07:47-07:52) . En esta ocurrencia, las señas negativas NUNCA y NO están negando una proposición contenida en la pregunta del interlocutor. Es interesante observar cómo los RnM se prolongan más allá de la duración de las señas manuales:
FInalmente, es posible que la negación con RnM constituya la única actividad lingüística en un determinado contexto, con lo que cobra carácter oracional. La Secuencia 217b (CLESCO 009, 09:29-09:33) muestra un ejemplo en que la negación de la proposición anterior (introducida por la seña manual NO-PODER y acompañada por RnM) al final se reitera con solo RnM:
NEGACIÓN ENFÁTICA: este RnM consiste en un único y rápido movimiento lateral de la cabeza. Suele aparecer acompañando las señas manuales negativas NO y NO-2, que tienen entonces valor oracional. La Secuencia 278e1, CLESCO-019, 06:13-06:17) ofrece un interesante ejemplo en que se suceden los RnM negación y negación enfática (se ha observado que en tales casos la mano articuladora se mueve hacia el lado contrario al que se mueve la cabeza. Es un interesante rasgo articulatorio que debe ser corroborado por estudios posteriores).
Orden de aparición de las señas negativas
Cuando una seña negativa tiene función pronominal (que es con frecuencia el caso de NADA), lo común es que ocupe el lugar que ocupa el nombre al que sustituye. Esto es ilustrado abajo por la Secuencia 69b3 (LESCO-009, 03:57-03:59) , donde NADA ocurre como núcleo del objeto de un verbo transitivo (ESTUDIAR) que aquí se usa como una seña plana. En tal caso, ocupa su posición típica, que es pospuesta al verbo:
Las señas negativas que hacen las veces de modificadores de otras unidades sintácticas tienen la tendencia a preceder a la seña a la que modifican. Eso puede apreciarse en la Secuencia 288, (CLESCO 014, 05:10-05:12). Allí aparece, en primer lugar, la seña NO (modificador del núcleo del predicado) precediendo a SABER (núcleo del predicado) . En segundo lugar, aparece NADA como objeto de un verbo transitivo plano, pero esta vez forma parte de una estructura más amplia, la frase nominal NADA SEÑA (nada de señas), en la cual NADA, el núcleo, precede a la seña que la modifica y a la cual niega:
Fuera de esta tendencia, que exhibe numerosas excepciones, otra clara tendencia de orden fijo de aparición en las señas negativas es el caso de aquellas en las que aparece un verbo modal negativo (NO-PODER) o uno modal no negativo pero negado por otra seña (como en NO DEBER, por ejemplo). En tales casos, como ya mostró antes la Secuencia 217 (arriba), parece ser necesario reforzar o reiterar la negación del predicado con otra negación, cuyo carácter es proposicional (niega otra vez el predicado anterior, por completo). La forma de esta negación es muy variable, aunque siempre es una oración completa en su función. Puede consistir exclusivamente en un RnM (como en la Secuencia 217, arriba), en un gesto (ver abajo Secuencia 290 (CLESCO 018, 07:49-07:52) o en la repetición del mismo verbo modal negado (Secuencia 219b, CLESCO 057, 05:33-05:34. Obsérvese que en esta secuencia no aparecen los RnM negativos que se han descrito):